Considero que el aspecto más crítico es la planificación financiera, ya que constituye la base sobre la cual se sostienen todas las demás áreas de la gestión. Una institución educativa que no planifique adecuadamente sus ingresos y gastos corre el riesgo de comprometer su sostenibilidad a corto y largo plazo.
Una buena planificación financiera permite:
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Prever escenarios futuros y anticiparse a posibles crisis económicas.
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Garantizar el pago en tiempo y forma al personal docente y no docente, lo cual fortalece el compromiso institucional.
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Asignar recursos a proyectos pedagógicos y de infraestructura que impactan directamente en la calidad educativa.
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Tomar decisiones informadas que vinculen la misión educativa con la realidad presupuestaria.
La planificación financiera es crítica porque asegura el equilibrio entre los objetivos académicos y la capacidad económica de la institución. Sin ella, incluso los mejores proyectos educativos corren el riesgo de no concretarse.